El manifiesto de GNU
El manifiesto de GNU, que aparece a continuaciĂłn, lo escribiĂł Richard Stallman en 1985 para solicitar apoyo en el desarrollo del sistema operativo GNU. Parte del texto estĂĄ tomado del anuncio original de 1983. A lo largo de 1987 se hicieron actualizaciones menores para dar cuenta de la evoluciĂłn del proyecto; a partir de entonces, parece mejor dejarlo tal cual.
Con el transcurso del tiempo hemos aprendido que ciertos malentendidos comunes podĂan evitarse con una redacciĂłn diferente. Las aclaraciones al pie de pĂĄgina que hemos aĂąadido a partir de 1993 ayudan a clarificar estos puntos.
Si desea instalar el sistema GNU/Linux, le recomendamos utilizar una de las distribuciones GNU/Linux que son 100% software libre. Para colaborar, consulte gnu.org/help.
El proyecto GNU forma parte del Movimiento del Software Libre, una campaĂąa en favor de la libertad de los usuarios de software. Es un error asociar GNU con el ÂŤcĂłdigo abiertoÂť. Esta expresiĂłn fue acuĂąada en 1998 por gente que discrepaba de los valores ĂŠticos del Movimiento del Software Libre. Lo emplean para promover un punto de vista amoral de abordar el mismo asunto.
ÂżQuĂŠ es GNU? ÂĄGNU No es Unix!
GNU, que significa ÂŤGnu No es UnixÂť, es el nombre del sistema de software completamente compatible con Unix que estoy escribiendo para entregarlo libremente a todas las personas que puedan utilizarlo [1]. Algunos voluntarios me estĂĄn ayudando. Las aportaciones de tiempo, dinero, programas y equipos son muy necesarias.
Hasta el momento tenemos un editor de texto, Emacs con Lisp, para escribir comandos de ediciĂłn, un depurador de cĂłdigo fuente, un generador parser compatible con yacc, un enlazador y alrededor de treinta y cinco utilidades. Una shell (intĂŠrprete de comandos) que estĂĄ casi terminada. Un nuevo compilador portable y optimizador de C se autocompilĂł y posiblemente lo publicaremos este aĂąo. Existe un nĂşcleo inicial, pero se necesitan muchas mĂĄs caracterĂsticas para emular a Unix. Cuando el nĂşcleo y el compilador estĂŠn completos, serĂĄ posible distribuir un sistema GNU apropiado para el desarrollo de programas. Usaremos el formateador de documentos TeX, pero tambiĂŠn estamos trabajando en una versiĂłn de nroff. Usaremos tambiĂŠn el sistema libre y portable de ventanas X. DespuĂŠs de esto agregaremos un Common Lisp portable, un juego Imperio, una hoja de cĂĄlculo y cientos de otras cosas, ademĂĄs de la documentaciĂłn en lĂnea. Esperamos proporcionar, con el tiempo, todas las utilidades que vienen normalmente con un sistema Unix y mĂĄs.
GNU podrĂĄ ejecutar programas de Unix, pero no serĂĄ idĂŠntico a Unix. Haremos todas las mejoras que sean convenientes, en base a nuestra experiencia con otros sistemas operativos. Concretamente, planeamos tener nombres de archivos mĂĄs largos, nĂşmeros para las versiones de los archivos, un sistema de archivo a prueba de caĂdas y tal vez incorporemos un sistema para completar los nombres de archivos, un soporte de visualizaciĂłn independiente del terminal y, quizĂĄ en el futuro, un sistema de ventanas basado en Lisp a travĂŠs del cual varios programas Lisp y programas comunes de Unix puedan compartir una pantalla. Tanto C como Lisp estarĂĄn disponibles como lenguajes de programaciĂłn del sistema. Intentaremos tambiĂŠn dar soporte a UUCP, MIT Chaosnet y protocolos de Internet para las comunicaciones.
GNU estĂĄ orientado inicialmente a las mĂĄquinas de la clase 68000/16000 con memoria virtual, porque son las mĂĄquinas donde es mĂĄs sencilla su ejecuciĂłn. El esfuerzo adicional para hacerlo funcionar en mĂĄquinas mĂĄs pequeĂąas se lo dejaremos a quienes quieran utilizarlo en ellas.
Para evitar una horrible confusiĂłn, por favor pronuncie la g en la palabra ÂŤGNUÂť cuando se refiera al nombre de este proyecto [1].
Por quĂŠ debo escribir GNU
Considero que la Regla de Oro me exige que si me gusta un programa lo debo compartir con otras personas a quienes tambiĂŠn les guste. Los vendedores de software quieren dividir a los usuarios y dominarlos para llevarlos a aceptar no compartir su software con los demĂĄs. Me rehĂşso a romper la solidaridad con otros usuarios de esta manera. Mi conciencia me impide firmar un acuerdo de confidencialidad o un acuerdo de licencia de software. Durante aĂąos trabajĂŠ en el Laboratorio de Inteligencia Artificial oponiĂŠndome a estas tendencias y otras descortesĂas, pero al final fueron demasiado lejos: no podĂa permanecer en una instituciĂłn donde tales cosas se hicieran en mi nombre en contra de mi voluntad.
Para poder seguir utilizando las computadoras sin deshonra, he decidido agrupar un conjunto suficiente de software libre para poder vivir sin usar ningĂşn software que no sea libre. He renunciado al Laboratorio de Inteligencia Artificial para evitar que el MIT pueda usar alguna excusa legal que me impida distribuir software de GNU. [2]
Por quĂŠ GNU serĂĄ compatible con Unix
Unix no es mi sistema ideal, pero no es tan malo. Las caracterĂsticas esenciales de Unix parecen ser buenas, y pienso que puedo aĂąadir lo que le falta sin echarlas a perder. Y un sistema compatible con Unix facilitarĂĄ su adopciĂłn por parte de muchas otras personas.
CĂłmo estarĂĄ disponible GNU
GNU no estĂĄ en el dominio pĂşblico. Todos tendrĂĄn permiso para modificar y redistribuir GNU, pero a ningĂşn distribuidor se le permitirĂĄ restringir su redistribuciĂłn posterior. Es decir, no se autorizarĂĄn modificaciones privativas. Quiero asegurarme que todas las versiones de GNU permanezcan libres.
Por quĂŠ muchos programadores quieren colaborar
He encontrado muchos programadores que estĂĄn entusiasmados con GNU y quieren colaborar.
Muchos programadores estĂĄn descontentos con la comercializaciĂłn del software de sistema. Puede permitirles ganar mĂĄs dinero, pero los hace sentirse en conflicto con otros programadores en lugar de sentirse como compaĂąeros. El fundamento de la amistad entre programadores es el compartir programas, pero los acuerdos de mercadotecnia que los programadores suelen utilizar bĂĄsicamente prohĂben tratar a los demĂĄs como amigos. El comprador de software debe escoger entre la amistad y la obediencia a la ley. Naturalmente, muchos deciden que la amistad es mĂĄs importante. Pero aquellos que creen en la ley a menudo no se sienten a gusto con ninguna de las opciones. Se vuelven cĂnicos y piensan que la programaciĂłn es sĂłlo una manera de ganar dinero.
Al desarrollar y utilizar GNU en lugar de programas privativos, podemos ser hospitalarios con todos y obedecer la ley. AdemĂĄs, GNU sirve como ejemplo de inspiraciĂłn y como bandera para animar a otros a unirse a nosotros en el compartir. Esto puede darnos una sensaciĂłn de armonĂa que es imposible obtener cuando utilizamos software que no es libre. Porque para cerca de la mitad de los programadores con quienes hablo, esto es un motivo de felicidad importante que el dinero no puede reemplazar.
CĂłmo colaborar
Pido a los fabricantes de ordenadores que donen mĂĄquinas y dinero. A los individuos les pido donaciones en forma de programas y trabajo.
Una de las consecuencias que puede esperar si dona mĂĄquinas es que GNU se ejecutarĂĄ en ellas con anticipaciĂłn. Las mĂĄquinas deben estar completas, listas para utilizar sistemas, aprobadas para su uso en una zona residencial y no requerir ventilaciĂłn o fuentes de energĂa sofisticadas.
He encontrado muchos programadores ansiosos de contribuir trabajando a tiempo parcial para GNU. Para la mayorĂa de los proyectos, tal trabajo distribuido a tiempo parcial serĂa muy difĂcil de coordinar, las partes escritas de forma independiente no funcionarĂan correctamente unidas. Pero para la tarea particular de reemplazar Unix, este problema no existe. Un sistema completo Unix contiene cientos de programas de utilidades, cada uno de los cuales se documenta por separado. La mayorĂa de las especificaciones de interfaz se fijan por compatibilidad con Unix. Si cada colaborador puede escribir un reemplazo compatible para una sola utilidad Unix, y hacer que funcione correctamente en lugar del original en un sistema Unix, entonces estas utilidades funcionarĂĄn correctamente cuando se ensamblen. Aun teniendo en cuenta las leyes de Murphy acerca de algunos problemas inesperados, el montaje de estos componentes serĂĄ una tarea factible (el nĂşcleo requirĂĄ una comunicaciĂłn mĂĄs estrecha y deberĂĄ trabajarse en un grupo pequeĂąo y compacto).
Si obtengo mĂĄs donaciones, podrĂa contratar a algunas personas a tiempo completo o parcial. El sueldo no serĂĄ alto para los estĂĄndares de los programadores, pero estoy buscando a gente para quien la construcciĂłn de un espĂritu comunitarios sea tan importante como ganar dinero. Lo veo como una forma de permitir que estas personas se dediquen con todas sus energĂas a trabajar en GNU ahorrĂĄndoles la necesidad de ganarse la vida de otra manera.
Por quĂŠ se beneficiarĂĄn todos los usuarios de computadoras.
Una vez que GNU estĂŠ terminado, todo el mundo podrĂĄ obtener un buen sistema de software tan libre como el aire. [3].
Esto significa mucho mĂĄs que ahorrarse el dinero para pagar una licencia Unix. Significa evitar el derroche inĂştil de la duplicaciĂłn de esfuerzos en la programaciĂłn de sistemas. Este esfuerzo se puede invertir en cambio en el avance de la tecnologĂa.
El cĂłdigo fuente del sistema completo estarĂĄ disponible para todos. Como resultado, un usuario que necesite cambios en el sistema siempre serĂĄ libre de hacerlo ĂŠl mismo, o contratar a cualquier programador o empresa disponible para que los haga. Los usuarios ya no estarĂĄn a merced de un programador o empresa propietaria de las fuentes y que sea la Ăşnica que puede realizar modificaciones.
Las escuelas podrĂĄn ofrecer un entorno mucho mĂĄs educativo, y alentar a todos los alumnos a estudiar y mejorar el cĂłdigo. El laboratorio de computaciĂłn de Harvard solĂa tener la polĂtica de que ningĂşn programa podĂa ser instalado en el sistema si no se publicaba previamente su cĂłdigo fuente, llegando al punto de negarse a instalar ciertos programas. Yo me inspirĂŠ mucho en esa polĂtica.
Por Ăşltimo, el lastre de considerar quiĂŠn es dueĂąo de quĂŠ sistema de software y de lo que estĂĄ o no estĂĄ permitido hacer con ĂŠl, habrĂĄ desaparecido.
Los acuerdos que obligan a la gente a pagar por usar un programa, incluyendo el licenciamiento de las copias, siempre incurren en un costo enorme para la sociedad a travĂŠs de los mecanismos engorrosos necesarios para calcular la cantidad (es decir, quĂŠ programas) una persona debe pagar. Y sĂłlo un estado policial puede forzar a todos a obedecer. Considere la posibilidad de una estaciĂłn espacial en donde el aire debe fabricarse con un gran costo: cobrar a cada persona por litro de aire puede ser justo, pero usar una mĂĄscara para medir el aire durante todo el dĂa y toda la noche es insoportable, incluso si todo el mundo puede permitirse el lujo de pagar la factura del aire. Y las cĂĄmaras de video en todas partes para ver si alguna vez alguien se quita la mĂĄscara son indignantes. Es mejor apoyar a la planta de aire con un impuesto y desechar las mĂĄscaras.
Copiar todo o parte de un programa es tan natural para un programador como respirar, ademĂĄs es productivo. DeberĂa ser libre.
Algunas objeciones, fĂĄcilmente rebatibles, a los objetivos de GNU
- ÂŤNadie lo va a usar si es libre, porque eso significa que no cuenta con ningĂşn tipo de asistenciaÂť.
- ÂŤHay que cobrar por el programa para pagar por el servicio de asistenciaÂť.
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Si la gente prefiere pagar por GNU mĂĄs el servicio en lugar de recibir GNU sin servicio, una empresa que preste solamente el servicio a las personas que hayan obtenido GNU debe ser rentable. [4]
Debemos distinguir entre el soporte en forma de trabajo de programaciĂłn real y lo que es simplemente guiar al usuario. El primero es algo que uno no puede confiar a un proveedor de software. Si su problema no es compartido por bastante gente, el vendedor no se preocuparĂĄ en solucionarlo.
Si su empresa necesita poder contar con soporte, la Ăşnica manera es tener todo el cĂłdigo fuente y las herramientas necesarias. Entonces puede contratar a cualquier persona disponible para corregir el problema, y no estarĂĄ a merced de ningĂşn individuo. Con Unix, el precio del cĂłdigo fuente deja fuera de consideraciĂłn a la mayorĂa de las empresas. Con GNU esto serĂĄ sencillo. Puede ser que no haya ninguna persona competente disponible, pero por este problema no se puede culpar a los acuerdos de distribuciĂłn. GNU no elimina todos los problemas del mundo, sĂłlo algunos de ellos.
Mientras tanto, los usuarios que no saben nada acerca de las computadoras necesitan que los guĂen: hacer cosas que podrĂan hacer por sĂ mismos fĂĄcilmente, pero no saben cĂłmo.
Estos servicios podrĂĄn ser prestados por empresas que vendan solamente el servicio de asesorĂa y reparaciĂłn. Si bien es cierto que los usuarios prefieren gastar dinero y obtener un producto con el servicio, tambiĂŠn estarĂĄn dispuestos a adquirir el servicio habiendo obtenido el producto en forma gratuita. Las empresas de servicios competirĂĄn en calidad y precio, los usuarios no estarĂĄn atados a ninguna en particular. Mientras tanto, aquellos de nosotros que no necesitamos el servicio deberĂamos tener la posibilidad de utilizar el programa sin tener que pagar por el servicio.
- ÂŤNo se puede llegar a muchas personas sin publicidad, y para financiarla es necesario cobrar por el programaÂť.
- ÂŤNo tiene sentido publicitar un programa que la gente puede obtener gratuitamenteÂť.
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Hay diversas formas de publicidad gratuita o muy barata que se puede utilizar para informar a los usuarios de computadoras acerca de algo como GNU. Pero quizĂĄs sea cierto que uno puede llegar a mĂĄs usuarios de microcomputadoras con publicidad. Si esto es realmente asĂ, un negocio que publicite el servicio pago de copiado y envĂo por correo del software de GNU deberĂa ser lo suficientemente exitoso como para pagar por su publicidad y mucho mĂĄs. De esta manera, solo los usuarios que se benefician de esta publicidad la pagarĂĄn.
Por otro lado, si mucha gente consigue GNU de sus amigos, y esas empresas no tienen ĂŠxito, esto demostrarĂĄ que la publicidad no era realmente necesaria para difundir GNU. ÂżPor quĂŠ es que los defensores del libre mercado no quieren dejar que el libre mercado lo decida? [5]
- ÂŤMi compaĂąĂa necesita un sistema operativo privativo para tener una ventaja competitivaÂť.
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GNU quitarĂĄ el software de sistema operativo del entorno de la competencia. No podrĂĄ obtener una ventaja en esta ĂĄrea, pero tampoco la competencia podrĂĄ tenerla frente a usted. Ambos competirĂĄn en otras ĂĄreas, mientras se benefician mutuamente en esta. Si su negocio consiste en vender un sistema operativo, no le gustarĂĄ GNU, pero ese es su problema. Si su negocio es de otro ĂĄmbito, GNU puede salvarlo de ser empujado dentro del costoso negocio de la venta de sistemas operativos.
Me gustarĂa ver que el desarrollo de GNU se mantuviera gracias a donaciones de algunos fabricantes y usuarios, reduciendo el coste para todos. [6]
- ÂŤÂżNo merecen los programadores una recompensa por su creatividad?Âť
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Si hay algo que merece una recompensa, es la contribuciĂłn social. La creatividad puede ser una contribuciĂłn social, pero solo en la medida en que la sociedad sea libre de aprovechar los resultados. Si los programadores merecen ser recompensados por la creaciĂłn de programas innovadores, entonces, por la misma razĂłn merecen ser castigados si restringen el uso de estos programas.
- ÂŤÂżNo deberĂa un programador poder pedir una recompensa por su creatividad?Âť
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No hay nada malo en querer un pago por el trabajo o en buscar maximizar los ingresos personales, siempre y cuando no se utilicen medios que sean destructivos. Pero los medios habituales en el campo del software hoy en dĂa se basan en la destrucciĂłn.
Extraer dinero de los usuarios de un programa limitando su uso es destructivo porque las restricciones reducen la cantidad y las formas en que el programa puede ser utilizado. Esto reduce la cantidad de beneficios que la humanidad obtiene del programa. Cuando hay una elecciĂłn deliberada de restringir, las consecuencias daĂąinas son una destrucciĂłn deliberada.
La razĂłn por la que un buen ciudadano no utiliza estos medios destructivos para volverse mĂĄs rico es que si todos lo hicieran, podrĂamos empobrecernos todos por una mutua destrucciĂłn. Esto es ĂŠtica kantiana, o la Regla de Oro. Como no me gustan las consecuencias que resultarĂan si todos acapararan informaciĂłn, debo considerar como errĂłneo que alguien lo haga. EspecĂficamente, el deseo de ser recompensado por la creatividad de uno no justifica privar al mundo en general de toda o parte de esa creatividad.
- ÂŤÂżNo se morirĂĄn de hambre los programadores?Âť
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PodrĂa responder que nadie estĂĄ obligado a ser programador. La mayorĂa de nosotros no puede conseguir dinero parĂĄndose en la calle y haciendo muecas. No estamos, por consiguiente, condenados a pasar nuestras vidas de pie en la calle haciendo muecas, y muriĂŠndonos de hambre. Podemos dedicarnos a otra cosa.
Sin embargo, esta es una respuesta errĂłnea porque acepta la suposiciĂłn implĂcita del interrogador: que sin la propiedad del software a los programadores no se les puede pagar un centavo. En este supuesto es todo o nada.
La verdadera razĂłn por la que los programadores no se morirĂĄn de hambre es porque aĂşn es posible que se les pague por programar, solo que no se les pagarĂĄ tanto como en la actualidad.
Restringir la copia no es la Ăşnica forma para hacer negocios con el software. Es la forma mĂĄs comĂşn [7] porque es con la que se obtiene mĂĄs dinero. Si se prohibiera o fuese rechazada por el comprador, el negocio del software se desplazarĂa hacia otras formas de organizaciĂłn que actualmente no se usan tan a menudo. Siempre existen muchos modos para organizar cualquier tipo de negocio.
Probablemente la programaciĂłn no serĂĄ tan lucrativa bajo esta nueva forma como lo es actualmente. Pero esto no es un argumento en contra del cambio. No se considera una injusticia que los empleados en los comercios obtengan los salarios que ganan actualmente. Si los programadores ganaran lo mismo, no serĂĄ tampoco una injusticia (en la prĂĄctica ganarĂĄn considerablemente mĂĄs).
- ÂŤÂżLa gente no tiene derecho a controlar cĂłmo se usa su creatividad?Âť
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El ÂŤcontrol del uso de las ideas de alguienÂť realmente constituye el control de las vidas de otras personas, y por lo general se utiliza para hacerles la vida mĂĄs difĂcil.
Las personas que han estudiado cuidadosamente el tema de los derechos de propiedad intelectual [8] (por ejemplo los abogados) dicen que no existe un derecho intrĂnseco a la propiedad intelectual. Los tipos de los supuestos derechos de propiedad intelectual que reconoce el gobierno fueron creados mediante actos legislativos especĂficos con fines especĂficos.
Por ejemplo, el sistema de patentes se estableciĂł para animar a los inventores a revelar los detalles de sus inventos. El objetivo era ayudar a la sociedad mĂĄs que a los inventores. El periodo de validez de diecisiete aĂąos para una patente era corto comparado con el ritmo de desarrollo de la tĂŠcnica. Dado que las patentes solo son relevantes para los fabricantes, para quienes el costo y el esfuerzo de un acuerdo de licencia son pequeĂąos comparados con la puesta en marcha de la producciĂłn, las patentes a menudo no hacen mucho daĂąo. No representan un obstĂĄculo para la mayorĂa de los individuos que usan productos patentados.
La idea del copyright no existĂa en tiempos antiguos, cuando los autores frecuentemente copiaban extensivamente a otros autores en obras de no ficciĂłn. Esta prĂĄctica era Ăştil, y ha sido la Ăşnica forma de que las obras de muchos autores, aunque solo sea en parte, hayan sobrevivido. El sistema de copyright se creĂł expresamente con el propĂłsito de promover la autorĂa. En el ĂĄmbito para el que se inventĂł —libros, que sĂłlo podĂan copiarse de forma econĂłmica en una imprenta— hacĂa muy poco daĂąo y no obstruĂa a la mayor parte de los individuos que leĂan los libros.
Todos los derechos de propiedad intelectual son solamente licencias otorgadas por la sociedad porque se pensaba, con razĂłn o sin ella, que la sociedad en su conjunto se beneficiarĂa de su concesiĂłn. Pero, en cada situaciĂłn particular, tenemos que preguntarnos: Âżnos beneficia realmente otorgar esta licencia? ÂżquĂŠ tipo de acto le estamos permitiendo hacer a una persona?
El caso de los actuales programas es muy diferente al de los libros de hace cien aĂąos. El hecho de que la forma mĂĄs sencilla de copiar un programa sea de un vecino a otro, el hecho de que un programa estĂŠ formado tanto por el cĂłdigo fuente como el cĂłdigo objeto, siempre distintos, y el hecho de que el programa se use en lugar de leerlo y disfrutarlo, se combinan para crear una situaciĂłn en la que una persona que hace valer un copyright estĂĄ daĂąando a la sociedad en su conjunto tanto materialmente como espiritualmente; nadie deberĂa hacerlo a pesar de que la ley se lo permita.
- ÂŤLa competiciĂłn hace que las cosas se hagan mejorÂť.
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El paradigma de la competencia es una carrera: al premiar al ganador, estamos alentando a todos a correr mĂĄs rĂĄpido. Cuando el capitalismo realmente funciona de esta manera, hace un buen trabajo; pero sus partidarios estĂĄn equivocados al suponer que siempre funciona asĂ. Si los corredores olvidan por quĂŠ se otorga el premio y se centran en ganar sin importar cĂłmo, pueden encontrar otras estrategias, como atacar a los otros corredores. Si los corredores se enredan en una pelea a puĂąetazos, todos llegarĂĄn tarde a la meta.
El software privativo y secreto es el equivalente moral de los corredores en una pelea a puĂąetazos. Es triste decirlo, pero el Ăşnico ĂĄrbitro que tenemos no parece objetar las peleas, solo las regula (ÂŤpor cada diez metros que corras, puedes realizar un disparoÂť). Lo que deberĂa hacer es separarlos y penalizar a los corredores, incluso por tratar de enredarse en una pelea.
- ÂŤÂżNo dejarĂĄn todos de programar si no hay un incentivo econĂłmico?Âť
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De hecho, mucha gente programarĂĄ sin absolutamente ningĂşn incentivo econĂłmico. La programaciĂłn ejerce una atracciĂłn irresistible en algunas personas, generalmente en quienes son los mejores en ese ĂĄmbito. No hay escasez de mĂşsicos profesionales que sigan en lo suyo aunque no tengan esperanzas de ganarse la vida de esa forma.
En realidad esta pregunta, aunque se formula muchas veces, no es adecuada para la situaciĂłn. El pago a los programadores no va a desaparecer, solo se va a reducir. La pregunta correcta es: ÂżAlguien programarĂĄ si se reduce el incentivo econĂłmico? Mi experiencia muestra que sĂ lo harĂĄn.
Por mĂĄs de diez aĂąos, muchos de los mejores programadores del mundo trabajaron en el Laboratorio de Inteligencia Artificial por mucho menos dinero de lo que podrĂan haber obtenido en otro sitio. TenĂan muchos tipos de recompensas que no eran econĂłmicas: fama y aprecio, por ejemplo. Y la creatividad tambiĂŠn es divertida, es una recompensa en sĂ misma.
Luego la mayorĂa se fue cuando se les ofreciĂł la oportunidad de hacer ese mismo trabajo interesante por mucho dinero.
Lo que muestran los hechos es que la gente programa por razones distintas a la de la riqueza; pero si se les da la oportunidad de ganar tambiĂŠn mucho dinero, eso los llenarĂĄ de expectativas y lo van a exigir. Las organizaciones que pagan poco no podrĂĄn competir con las que pagan mucho, pero no tendrĂa que irles tan mal si las que pagan mucho fueran prohibidas.
- ÂŤNecesitamos a los programadores desesperadamente. Si ellos nos pidieran que dejemos de ayudar a nuestro prĂłjimo, tendrĂamos que obedecerÂť.
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Uno nunca estĂĄ tan desesperado como para tener que obedecer este tipo de exigencia. Recuerde: millones para nuestra defensa, ÂĄpero ni un centavo para tributos! [2].
- ÂŤLos programadores necesitan tener alguna forma de ganarse la vidaÂť.
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A corto plazo, esto es verdad. Sin embargo, hay bastantes maneras de que los programadores puedan ganarse la vida sin vender el derecho a usar un programa. Esta manera es frecuente ahora porque es la que les da a los programadores y hombres de negocios mĂĄs dinero, no porque sea la Ăşnica forma de ganarse la vida. Es fĂĄcil encontrar otras formas, si quieres encontrarlas. He aquĂ unos cuantos ejemplos:
Un fabricante que introduce una nueva computadora pagarĂĄ por adecuar los sistemas operativos al nuevo hardware.
La venta de enseĂąanza, los servicios de asistencia y mantenimiento tambiĂŠn pueden dar trabajo a programadores.
La gente con ideas nuevas podrĂa distribuir programas como freeware [9], pidiendo donaciones a los usuarios satisfechos, o vendiendo servicios de asistencia. Yo he conocido a personas que ya trabajan asĂ y con mucho ĂŠxito.
Los usuarios con que tengan las mismas necesidades pueden formar un grupo de usuarios y pagar sumas de dinero. Un grupo contratarĂĄ a empresas de programaciĂłn para escribir programas que a los miembros del grupo les gustarĂa utilizar.
Todo tipo de desarrollo puede ser financiado con un impuesto al software:
Supongamos que todos los que compren una computadora tengan que pagar un tanto por ciento de su precio como impuesto de software. El Gobierno entrega este dinero a una agencia como la la FundaciĂłn Nacional de las Ciencias (NSF) para que lo emplee en el desarrollo de software.
Pero si el comprador de la computadora hace por sĂ mismo un donativo para el desarrollo de software puede verse exento de este impuesto. Puede donar al proyecto de su elecciĂłn —a menudo, elegido porque espera utilizar los resultados tan pronto como se haya completado. Puede tomar crĂŠdito por cada cantidad de donaciĂłn hasta la totalidad del impuesto que tenĂa que pagar.
La tasa total de impuesto podrĂa decidirse mediante el voto de los contribuyentes, sopesada de acuerdo con la cantidad sobre la que se aplicarĂĄ el impuesto.
Las consecuencias:
- La comunidad usuaria de computadoras apoya el desarrollo de software.
- Esta comunidad decide quĂŠ nivel de apoyo es necesario.
- Los usuarios a quienes les importa a quĂŠ proyectos se destine su parte pueden escogerlos por sĂ mismos.
A largo plazo, hacer programas libres es un paso hacia el mundo post-escasez, donde nadie tendrĂĄ que trabajar duro para ganarse la vida. La gente serĂĄ libre para dedicarse a actividades entretenidas, como la programaciĂłn, despuĂŠs de haber dedicado diez horas obligatorias a la semana a las tareas requeridas, como legislar, el asesoramiento familiar, la reparaciĂłn de robots y la exploraciĂłn de asteroides. No habrĂĄ necesidad de ganarse la vida mediante la programaciĂłn.
Hemos alcanzado ya una gran reducciĂłn de la cantidad de trabajo que la sociedad en su conjunto debe realizar para mantener su productividad actual, pero solo un poco de esta reducciĂłn se ha traducido en descanso para los trabajadores, dado que hay mucha actividad no productiva que se requiere para acompaĂąar a la actividad productiva. Las causas principales de esto son la burocracia y las luchas isomĂŠtricas contra la competencia. El software libre reducirĂĄ en gran medida estos drenajes en el campo de producciĂłn de software. Debemos hacerlo, para que los avances tĂŠcnicos en la productividad se traduzcan en menos trabajo para nosotros.
Notas
- Esta expresiĂłn resultĂł poco precisa. La intenciĂłn era decir que nadie tendrĂa que pagar por el permiso para usar el sistema GNU. Pero la expresiĂłn no es del todo clara, y a menudo se interpreta que las copias de GNU deberĂan distribuirse siempre a un costo bajo o sin costo. Esta nunca fue la intenciĂłn. MĂĄs adelante, el manifiesto menciona la posibilidad de que las empresas provean servicios de distribuciĂłn para obtener ganancias. A partir de entonces, aprendĂ a distinguir cuidadosamente entre ÂŤfreeÂť (libre) en el sentido de libertad y ÂŤfreeÂť (gratis) referido al precio [3]. El software libre es aquel que ofrece a los usuarios la libertad de distribuirlo y modificarlo. Algunos pueden obtener copias sin pagar, mientras que otros pagan para obtenerlas, y si los fondos ayudan a apoyar la mejora del software, tanto mejor. Lo importante es que todos los que posean una copia tengan la libertad de colaborar con los demĂĄs al usar el programa.
- La expresiĂłn ÂŤregalarÂť es otro indicio de que yo todavĂa no habĂa separado claramente la cuestiĂłn del precio de la cuestiĂłn de la libertad. Ahora recomendamos no usar esta expresiĂłn al hablar acerca del software libre. Para una explicaciĂłn mĂĄs detallada, consulte el artĂculo ÂŤPalabras y frases confusas que vale la pena evitarÂť.
- AquĂ tambiĂŠn omitĂ distinguir cuidadosamente entre los dos diferentes significados de ÂŤfreeÂť (que en inglĂŠs puede significar ÂŤgratisÂť o ÂŤlibreÂť, N. d. T.). La afirmaciĂłn tal como estĂĄ escrita no es falsa, se pueden obtener copias gratuitas de software de GNU —de los amigos o a travĂŠs de Internet—, pero sugiere una idea errĂłnea.
- Ya existen varias compaĂąĂas de este tipo.
- Aunque es una organizacioĂłn sin ĂĄnimo de lucro mĂĄs que una empresa, la Free Software Foundation durante diez aĂąos ha obtenido la mayorĂa de los fondos a partir de su servicio de distribuciĂłn. Puede comprar artĂculos de la FSF para apoyar su actividad.
- Un grupo de empresas de informĂĄtica alrededor de 1991 reuniĂł fondos para apoyar el mantenimiento del compilador C de GNU.
- Creo que me equivoquĂŠ al decir que el software privativo era la base mĂĄs comĂşn para ganar dinero en el campo del software. Parece ser que en realidad el modelo de negocio mĂĄs comĂşn era y es el desarrollo de software a medida, que no ofrece la posibilidad de percibir una renta, por lo que la empresa tiene que seguir haciendo el trabajo real para seguir recibiendo ingresos. El negocio del software a medida podrĂĄ seguir existiendo, mĂĄs o menos igual, en un mundo de software libre. Por lo tanto, ya no supongo que los programadores ganarĂan menos en un mundo de software libre.
- En la dĂŠcada de 1980 todavĂa no me habĂa dado cuenta de lo confuso que era hablar de ÂŤla cuestiĂłnÂť de la ÂŤpropiedad intelectualÂť. Esa expresiĂłn es obviamente prejuiciosa, mĂĄs sutil es el hecho de que agrupa leyes dispares que plantean cuestiones muy diferentes. Hoy en dĂa insto a la gente a rechazar completamente el tĂŠrmino ÂŤpropiedad intelectualÂť, para no inducir a otros a pensar que esas leyes forman un tema coherente. Para hablar con claridad, hay que referirse a las patentes, el copyright y las marcas registradas por separado. VĂŠase una explicaciĂłn mĂĄs amplia de cĂłmo esta expresiĂłn genera confusiĂłn y prejuicios.
- Posteriormente aprendimos a distinguir entre ÂŤsoftware libreÂť y
ÂŤfreewareÂť. El tĂŠrmino ÂŤfreewareÂť significa que el
software se puede redistribuir libremente, pero por lo general no ofrece la
libertad para estudiar y modificar el cĂłdigo fuente, asĂ que la mayorĂa de
esos programas no son software libre. VĂŠase
palabras y frases confusas que vale la pena evitar
para mĂĄs detalles.
Hoy en dĂa, para conocer las tareas en las que puede colaborar en el ĂĄmbito del software, consulte la lista de proyectos prioritarios y la lista se busca ayuda, la lista general de tareas para paquetes software de GNU. Para colaborar de otras formas, consulte la guĂa para colaborar con el Proyecto GNU.