Malware en aparatos


El software que no es libre (privativo) a menudo es malware (diseñado para maltratar a los usuarios). El software que no es libre está controlado por quienes lo han desarrollado, lo que los coloca en una posición de poder sobre los usuarios; esa es la injusticia básica. A menudo los desarrolladores y fabricantes ejercen ese poder en perjuicio de los usuarios a cuyo servicio deberían estar.

Habitualmente, esto suele realizarse mediante funcionalidades maliciosas.


Si conoce algún otro ejemplo que debería mencionarse en esta página, escríbanos por favor a <webmasters@gnu.org>. Incluya la URL de una o más referencias confiables que justifiquen su inclusión.

No confíe en los aparatos «conectados»

La mayoría de los dispositivos listados aquí están «conectados»: tratan de comunicarse a través de internet con alguien (normalmente una compañía) distinto del propietario nominal. Tales aparatos son intrínsecamente indignos de confianza. Sea cual sea la compañía en cuestión, nunca se le debería conceder tanta confianza.

Los aparatos de los que nos ocupamos contienen software, casi siempre software que no es libre. Es razonable considerar este software como equivalente a un conjunto de circuitos, siempre y cuando nunca se modifiquen (tampoco si al cambio se le llama «actualización»).

En un aparato conectado es difícil asegurar que el software no sufrirá ningún cambio. Normalmente, un aparato conectado suele tener una puerta trasera universal: un mecanismo que permite a la compañía sustituir a distancia, a través de internet, el software presente en él. Algunos aparatos pueden ser una excepción, pero nunca podemos verificar si un aparato lo es. De modo que nunca podemos estar seguros de que ese software no será modificado.

En la práctica, esas «actualizaciones» pueden considerarse sabotaje. Supongamos, por ejemplo, que su impresora admite cartuchos de terceros. No puede estar seguro de que cualquier día su fabricante no instale código malicioso para rechazarlos. Con un aparato conectado es lo que cabe esperar.

El fabricante puede tratar de justificar esas «actualizaciones» en nombre de la «seguridad». Usted puede replicarle: «¿La seguridad de quién? ¿Seguridad para mí o para el fabricante contra mí?». Si es el fabricante el que escribe el software, en la práctica aplicará la seguridad para sí mismo frente a los clientes.

Aun sin cambiar el código presente en el dispositivo, la compañía puede utilizar la «conexión» para hacerle cosas perjudiciales; por ejemplo, espiarle a usted, a su familia y a sus invitados, o hacer que deje de funcionar.

La manera segura de evitar abusos de este tipo consiste en bloquear la comunicación del aparato a través de internet con nada que no sea su propio ordenador. (Puede hacer su ordenador más seguro utilizando en él exclusivamente software libre).

En un mundo ideal, los aparatos contendrían exclusivamente software l00% libre, de manera que nuestra comunidad podría corregir cualquier problema que el software pudiera tener. El software libre nos obedecería a nosotros , no a las empresas. Ese software no permitiría a nadie modificarlo sin introducir la contraseña que eligiera el propietario.

Ejemplos de malware en aparatos